Mantención de Equipos de Rayos X: Seguridad, Ahorro y Diagnóstico Confiable
¿Por qué es tan importante la mantención de un equipo de rayos x?
Es muy común en chile que en centros médicos, clínicas y hospitales no realicen Mantención de Equipos de Rayos X.
Los equipos de rayos X —como los arcos en U, los portátiles y los osteopulmonares de piso o techo— son esenciales para entregar diagnósticos rápidos y certeros.
Pero incluso los equipos más modernos se desgastan con el uso. Por eso, es muy importante hacerles mantención profesional de forma periódica. Esto asegura una buena calidad de imagen, protege al paciente y evita fallas técnicas.
Además, mantener los equipos en buen estado ayuda a cumplir con los requisitos de acreditación del Estado. Si no se hace Mantención de Equipos de Rayos X, se corre el riesgo de perder la acreditación, afectar la atención médica y generar altos costos por reparaciones futuras.

¿Cada cuánto se debe hacer mantención a los equipos de rayos x?
La frecuencia recomendada depende directamente del uso diario del equipo. Mientras más pacientes atiende un centro, mayor es el desgaste de piezas, sistemas electrónicos y blindajes radiológicos. Aquí te dejamos una guía práctica:
1 a 15 pacientes Diarios
Ideal para centros médicos pequeños, consultas privadas o clínicas con bajo volumen de imagenología. Una revisión anual garantiza que el equipo mantenga calidad y seguridad.
16 a 22 pacientes Diarios
Recomendado para clínicas medianas y hospitales con actividad moderada. La mantención semestral permite anticipar desgastes y evitar interrupciones inesperadas.
Más de 23 pacientes Diarios
Dirigido a grandes hospitales o centros de diagnóstico con alta carga operativa. Requiere un plan de mantención intensiva y personalizado para sostener el rendimiento continuo.
Errores comunes al no realizar mantención de tu equipo de rayos x
¿Qué se necesita para una mantención real y efectiva?

Una verdadera Mantención de Equipos de Rayos X no es solo una revisión visual o una simple limpieza general del equipo. Para que sea realmente efectiva y aporte a la seguridad del paciente y la calidad del diagnóstico, debe ser realizada con equipamiento técnico especializado y por personal capacitado en radiología.
En LLM Radiología, entendemos que una Mantención de Equipos de Rayos X adecuada va mucho más allá de verificar que el equipo encienda o que las imágenes se vean. Por eso, utilizamos instrumentos de alta precisión y materiales específicos para asegurar un servicio completo, técnico y alineado con los estándares del sector salud.
Fantomas de control de calidad de imagen
utilizados para verificar el rendimiento clínico del equipo en condiciones reales de uso. Permiten detectar desviaciones en contraste, resolución y uniformidad, asegurando diagnósticos precisos.
Medidores de dosis ambiental
instrumentos fundamentales para evaluar la radiación dispersa en el entorno de trabajo, garantizando condiciones seguras tanto para operadores como para pacientes y cumpliendo con las normativas vigentes.
Medidores de parámetros técnicos del generador
esenciales para comprobar que el equipo emite los valores correctos de energía y tiempo de exposición. Detectan desviaciones que pueden comprometer la calidad de imagen o aumentar innecesariamente la dosis recibida.
Aceites dieléctricos y grasas técnicas de alta especialización
protegen y aíslan componentes críticos como transformadores y tubos de rayos X. Su correcta aplicación reduce el desgaste mecánico, previene sobrecalentamientos y prolonga significativamente la vida útil del equipo.
Lubricantes médicos específicos para radiología
formulados para no interferir con componentes sensibles ni dejar residuos. Aseguran un funcionamiento suave de las partes móviles sin comprometer la precisión mecánica ni la higiene del equipo. Se deben adaptar a cada situación ambiental.
Calibración y revisión de software y firmware:
en equipos digitales, la mantención también incluye la verificación del sistema operativo interno, protocolos de examenes, registro de errores y actualización de parámetros de imagen. Esto garantiza una integración fluida y segura dentro del flujo de trabajo clínico.